Un regalo inesperado

Filosofía del Yoga

Soy Lalita Knutty, profesora certificada en el Método Iyengar por el Ramamani Iyengar Memorial Yoga Institute, en Pune, India.
Practico Yoga hace más de 20 años. Hace unos 12 que, además, me dedico a enseñarlo.

Cumplía nueve años cuando recibí un regalo que decididamente marcó mi vida. Recuerdo todo de ese día: junto con mi mamá y mi hermana decoramos la casa con coloridas guirnaldas y globos, le puse coco rallado al borde de los alfajorcitos de maicena y estrené un vestido bobo turquesa con lunares negros que me había hecho mi abuela para la ocasión.

Pero algo hizo especial y memorable ese día. No le había dado demasiada importancia al regalo que me dio Agustina, una compañerita de la escuela, al llegar. Creo que eso mismo nos ocurre con eventos, personas o situaciones determinantes en el transcurso de la vida: al principio pasan desapercibidos pero luego van dejando huella. No creo siquiera que Agustina se haya dado cuenta de lo que hizo, pero le estoy eternamente agradecida: me regaló un libro y con él varias historias, montones de palabras y la posibilidad de hallar ese espacio silencioso donde explotan estrellas y se crean universos enteros: dentro de uno mismo. Los desmaravilladores, de Elsa Bornemann, fue mi primer libro de texto extraescolar y lo menciono por el amor y la gratitud que le tengo.

Nos ocurre con eventos, personas o situaciones determinantes en el transcurso de la vida: al principio pasan desapercibidos pero luego van dejando huella.

Años más tarde, mientras seguía creciendo en mí la pasión por los libros, caí en la cuenta de que en mi casa no había bibliotecas ni libros ni nadie que cultivara en mí el amor por la lectura. Creció solo, como esas plantas silvestres que echan raíces tan firmes y fuertes que nada las puede erradicar del todo, y me acompañó fielmente en cada etapa de mi vida.

Cuando arriba el Yoga a mi vida, todo ese universo interior que había descubierto se intensifica y adquiere sentido. Trabajar mi cuerpo con inteligencia y sutileza me transformó por entero y lo sigue haciendo. Por fin comprendí desde las tripas aquello de que “somos un todo”: si algo en uno mismo cambia, todo cambia. Lo gradual y silencioso de todo este proceso hace que sea difícil recordar cómo era uno al comienzo del camino. Una bella flor florecida antes fue pimpollo, antes tallo y antes semilla; se transformó natural y silenciosamente, sin bombos, sin platillos y sin estridencias.

Hoy, entonces, comparto con vos dos amores profundos que me acompañan cada día: la lectura y el Yoga. Estos son algunos de los libros sobre Yoga y su filosofía que más me inspiran:

  • Senda Divina:de Swami Sivananda. Sivananda, nacido en India, fue un respetado maestro espiritual y propagador del Yoga y las enseñanzas del Vedanta. Escribió más de 300 libros sobre Yoga y filosofía, siendo Senda Divina uno de los más emblemáticos. En él aborda, por orden alfabético, las temáticas más variadas desde la perspectiva Vedanta. Un libro que me ayudó a comprender el paradigma de lo más tradicional del Yoga, que cuenta con muchas perlas de inspiración.
  • La mente, sus misterios y su control: también de Swami Sivananda. Cuando leí allí que “no es cosa de poca monta observar con cuidado, que cada célula del cuerpo sufre o crece, recibe un impulso vital o un impulso de muerte de cada pensamiento que ingresa a la mente, ya que se tiende a crecer más en la imagen en la que más piensas” empecé a tomar en serio mis pensamientos. El pensamiento es algo concreto y creativo, dice este libro. Imperdible.
  • Luz sobre la vida: es el último libro que escribió B.K.S Iyengar, un maestro de Yoga cuya historia de vida es de por sí una lección y un canto a la vida. En este libro narra lo que llama “su periplo” en el Yoga. Allí cuenta con una prosa exquisita detalles de la práctica de yoga que nunca antes había encontrado en otro texto. Un Iyengar maduro, sincero y paternal encontrarás en esta joya.
  • Luz sobre el Yoga: quizá sea el libro que más consulto a la hora de preparar las clases semanalmente. Siempre descubro algo nuevo, alguna profundidad que se me había escapado, algo más de significado en alguna postura. Lo recomiendo a aquellos estudiantes que quieran abordar la práctica de asanas desde un lugar seguro. Cuenta la leyenda que, en su versión preliminar, el libro era tres veces más grande que el que llega a nuestras manos, que de todas maneras sigue siendo vasto: más de 200 asanas detalladas, más de 600 fotos ilustrando. ¿A alguien mas le gustaría muchísimo tener el original?

La lista es larga, sigue creciendo y continuará en otras entregas. Mientras tanto contame qué tal te va con estas cuatro maravillas de la literatura yóguica. ¡Que las disfrutes!

 

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